ermitanga

Al margen pero con estilo

6.29.2006

Me calenté


Que me disculpe el gran Franz por ilustrar con su rostro estas humildes palabras, pero quién sino para acompañar una sentida queja a la soberbia, insoportable, malhabida y malparida burocracia argentina. Ya sea en sus versión ventanilla -mina/tipo cara de mechupaunhuevotuputotrámitenomerompaslaspelotas- o en el clásico rebotín telefónico, en el que nunca nadie sabe con qué mierda de interno te tiene que pasar y te podés perder toda una tarde con el puto tubo en la mano, preguntándote qué carajo hace esa gente durante todo el día que no puede averiguar un choto número de interno que seguramente debe tener delante de sus narices en un documento de word pegado con cinta scotch a la pared, justo sobre el fichero color aluminio en el que descansa el pobre potus que sobrevive aunque no lo riegan desde hace años, porque todos están demasiado ocupados cebando mate y comentando los goles de Francia-Japón.

6.18.2006

Confesión


Llegó el momento de hacerlo público: justo el día en que mis compañeros de escuela primaria (creo que era en tercer grado) aprendieron la regla de tres simple, yo no pude hacerlo porque falté.
Desde ese momento, cada vez que me toca enfrentarme a un razonamiento del tipo "si un dólar vale 3 pesos, ¿cuántos dólares vale una tele de mil pesos?" -que puede darse en cualquier ámbito y aspecto de la vida, ¿o es que acaso no creen en aquella máxima que reza "la matemática puede aplicarse a todo", ateos?- me autoexcuso internamente con un "no puedo intentar resolverlo porque falté cuando lo enseñaron".

6.15.2006

Jaque mate


Hace poco leí que el tango sólo puede ser entendido (sentido) a partir de los 30. Qué gran reflexión. Si quisiéramos ser un poco menos extremistas, podríamos aflojar la soga que tira de la frase hasta llevarla a decir que el tango se entiende (siente) más a partir de los 30.

Mi propuesta es aplicar la misma hipótesis al mate, ese gran invento argentino.

Lejos de pretender subirme al caballo (evitemos por favor toda asociación folklorísima con boleadoras o jineteadas) del 3 a 1, en el que todo regionalismo suma, en el que redescubrimos todas esas porquerías de museo gauchesco -con todo respeto a los gauchos, no me estoy refiriendo a ellos- a las que jamás les dimos pelota y las elevamos de un día para el otro al rango de objetos for export salvadores de la temporada, canto en esta oportunidad mis loas al matecillo de marras.

Desde que me inicié en las artes de la mateada -debo aclarar que con un interés genuino, ya que afortunadamente fue una de las costumbres que no heredé de la familia y tuvo por lo tanto el sabor de aquellos descubrimientos a los que se accede necesariamente a partir del contacto con los otros- me sorprendió gratamente una característica a la que en este momento se me ocurre llamar "alquimia".

Me parece fascinante hasta el día de hoy la posibilidad que este amable objeto amigo del hombre nos brinda de alternar entre distintas clases de yerba, a las que a su vez podemos agregar aditamentos como cascaritas de naranja, pomelo o limón (reconozco que siempre me pareció una idea brillante pero nunca la llevé a la práctica), té, café o plantitas como menta (esta sí la probé y está muy buena) o cedrón (hace poco me convidaron unos y queda buenísimo).

Aunque podría explayarme en 1500 ítems más referidos al mate (recuerdo que no soy adepta a buscar data para escribir estas cosas, que ya para la información precisa está el laburo) sólo voy a agregar aquello a lo que me refería al principio, que creo que el mate puede ser incluido entre las cosas que se disfrutan más con el tiempo.

Y acá viene toda la perorata cursi inevitable: testigo de charlas fundamentales, compañero de días y noches de laburo eterno, reemplazante ocasional de otros vicios algo más dañinos, infusión que se prolonga más allá del tamaño de una taza.

En casi todas sus variantes (en un rápido paneo se me ocurriría excluir de la lista, por ejemplo, a esos horribles artefactos de cerámica con inscripciones berretas, como aguantes a diversos equipos de fútbol, por ejemplo) de sólo verlos, aunque sea vacíos, en algún puesto de feria artesanal o vidriera de zona turística, me dan ganas de llegar a algún lugar en el que pueda verter un poco de yerba en un receptáculo, calentar el agua y abocarme a la tarea de ...(iba a poner algo acerca de realizar una acción con la bombilla pero, lo juro, no hay frase que le escape a lo burdo).

Podría continuar hasta el infinito, pero sólo agregaré una última gran ventaja de esta entrañable costumbre: excede las fronteras climáticas.

Por todo esto y mucho mas, elevo mi recipiente cargado con Rosamonte y brindo por ti, querido mate!

6.10.2006

La argentinidad al palo

Desde este humilde espacio, una propuesta paralela de selección nacional:

Uno busca lleno de esperanzas
el camino que los sueños
prometieron a sus ansias.
Sabe que la lucha es cruel
y es mucha pero lucha y se desangra
por la fe que lo empecina.
Uno
Letra: Enrique Santos Discépolo

La geografía de mi barrio llevo en mí,
será por eso que del todo no me fui:
la esquina, el almacén, el piberío
los reconozco... son algo mío...
El corazón al Sur
Letra: Eladia Blázquez

Cuando no estás la flor no perfuma,
si tú te vas, me envuelve la bruma;
el zorzal, la fuente y las estrellas
pierden para mí su seducción.
Cuando tú no estás
Letra: Alfredo Le Pera/ Mario Battistella

Como una escuela de todas las cosas,
ya de muchacho me diste entre asombros:
el cigarrillo,
la fe en mis sueños
y una esperanza de amor.
Cafetín de Buenos Aires
Letra: Enrique Santos Discépolo


Por eso en tu total
fracaso de vivir,
ni el tiro del final
te va a salir.
Desencuentro
Letra: Cátulo Castillo

6.09.2006

Culpa en sangre


Una de las tantas preguntas que se pueden formular para evaluar el nivel de culposidad en sangre de una persona es la siguiente: si tocás el timbre del bondi y el tipo para y te abre la puerta, pero descubrís que en realidad no estás en tu parada sino en la anterior ¿le avisás con un gesto que seguís hasta la próxima, aún a riesgo de que te putee a vos, a tu vieja y todos tus parientes, o te bajás y optás por caminar algunas cuadras más antes de bancarte un conflicto ocasionado por tu culpa?