ermitanga

Al margen pero con estilo

4.29.2007

Muñeca Rusa recomienda


Desde su helado terruño, mientras arrojaba dos cubitos de azúcar en su taza de té y se apartaba por un momento de los funerales de Boris Yeltsin, nuestra amiga soviética, quizás algo entrada en vodkas, nos recomendó esta pieza visual-musical que según sus palabras debe ser apreciada de forma "urgente" por los visitantes de este espacio.


Como en Ermitanga S.A. a pesar de todo aún creemos en la democracia, vaya entonces la concreción de su pedido.


4.13.2007

Donde empieza a surgir la felicidad


No quiero hacerme la espectadora de televisión cultural ni mucho menos, reconozco que más de una vez utilizo el alienante artefacto precisamente para desenchufar y pensar lo menos posible, pero el otro día pasé un momento por el canal este nuevo que no voy a mencionar pero imagino sabrán de cuál se trata (está relacionado con cierto ministerio nacional, y no te lo pongo con mayúscula porque no me place) y descubro la pantalla tomada por una mata verde de esas que me pueden bajo cualquier circunstancia, y de entre la mata verde apareció el Chango Spasiuk, con su habitual combinación de sonrisa perfecta y parsimonia que también me puede casi bajo cualquier circunstancia (es una de las personalidades públicas que más paz me transmite, realmente, cada vez que lo veo en alguna entrevista siento como que no puedo cambiar de canal y debo permanecer allí escuchando y aprendiendo de ese hombre que irradia plenitud, aunque sus respuestas de ese momento me resulten poco o nada interesantes) y hete aquí que el Chango se encontraba recorriendo la provincia de Santiago del Estero, entrevistando a profesores de baile, de canto y sus alumnos, mostrando cómo se baila la chacarera, cómo desde muy chicos los pobladores de la región la incorporan entre sus hábitos y preferencias.

Bueno, lejos de pretender una perorata (resultaría imposible por otra parte describir la tarea de un talentosísimo nenito de cuatro años que improvisaba un baile más que sofisticado en los escasos centímetros cuadrados de un patiecito al que la mata permitía a duras penas exisitir) no quería dejar de compartir unas palabrejas que alcancé a escuchar de boca del chango y el profesor entrevistado, acerca de los chicos que veía cantar y bailar, recuerdo, enfatizo, entre matorrales del verde más intenso del que se tenga noticias, rodeados de flores, árboles y cientos de hectáreas de pasto. Aquí van algunas palabras rescatadas:

"Los chicos cuando bailan parecen esos pajaritos que bajan de los árboles a juntar comida en el piso, son tan naturales como esos pajaritos".

"El baile no es un simple desplazamiento, tiene que ser sentido, con ganas: ahí es donde empieza a surgir la felicidad".