ermitanga

Al margen pero con estilo

9.05.2006

Un cortado


En este post intitulado como el noctámbulo ciclo de canal 7 -emisora a la que me jode no poder llamar más ATC- quiero elevar una queja a todos aquellos titulares de bares y cafeterías que no se percatan de que si uno entra a sus instalaciones en un horario, ponele, que ronde las tres de la tarde, o en cualquier otro momento del día, y lo hace para: mantener una conversación laboral, encontrarse con un amigo, matar el tiempo o contemplar a la gente pasar (la gente pasar, repite el coro) y carece de hambre como para comerse un sánguche o de sed como para tomarse una coca/sprite o afines, es muy probable que pida "un café".
Digo que algunos parecen no percatarse porque en lugar de la infusión mencionada tienen a bien servir un pocillo o jarrito con un acuoso líquido cuasi incoloro e insípido al que llaman "café", que en el mejor de los casos acompañan con un pequeño vasito de agua, gasificada o no, que bien viene para hacer olvidar a la boca ese momento desagradable que debió pasar al pretender beber el horrendo brebaje.
A ustedes me dirijo, señores dueños tutores o encargados, y no precisamente a quienes están al frente de fondas de Constitución, sino a los que manejan pintorescos locales, algunos de ellos ubicados en paquetérrimas zonas de la ciudad de Buenos Aires.
Déjense de joder, no amarreteen los escasos pesos más que les cuesta comprar una marca un poco mejor. En muchos de estos lugares la mitad de la gente que entra lo hace por los motivos ya mencionados y toma café por pedir algo o porque realmente quiere hacerlo. Yo sé que uds. preferirían que a todos se nos diese por almorzar cordero patagónico con salsa del bosque a cualquier hora del día, pero eso tampoco podríamos hacerlo en sus bares. Es poco lo que cuesta un cortado, es cierto, pero la suma de todos los que se sirven en el día calculo que no será para despreciar.
No te digo un colombiano máximo sabor, pero al menos algo que no provoque arcadas.
Pongansén las pilas, una maquinita decente, una sola vez. No puede ser tanta inversión. No está bueno volver a un lugar en el que alguna vez uno tomó un café horrible. Y, calculo (el comercio no es precisamente lo mío) una de las máximas de vuestro rubro ha de ser la unicenteresca "lo importante no es que vengas, sino que vuelvas" y así, mis queridos, vamos definitivamente para atrás.

Nota: la galletita con motivo judaico de la fotografía que ilustra este post no contiene ningún mensaje subliminal, cualquier asociación con la realidad es mera coincidencia y corre por cuenta de los señores lectores.

3 Comments:

  • At 12:42 p. m., Blogger Ruco said…

    Voy a imprimir esta pagina, subrayar lo de "un cortado", las acusaciones de amarreteria y la galletita judaica, y me voy ya mismo para el INADI

     
  • At 12:35 a. m., Blogger Dolly said…

    JAMÁS estuvo en mí la intención de asociar el "cortado" ni la amarreteada que se denuncia en este post a la galletita judaica que verdaderamente descubrí por casualidad al observar por segunda vez la foto. En serio que no, hasta podría jurarlo sobre el antiguo testamento.

     
  • At 10:10 p. m., Blogger theremin said…

    por dios!!! que dificil se ha vuelto tomarse un buen café!!! Y con lo rico que es un café de maquina bien preparado...

    Otro detalle: además de ver a la gente pasar, charlar con amigos y hacer una pausa en el trabajo, uno va a tomar café por otra cosa: PARA FUMAR!!

     

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