ermitanga

Al margen pero con estilo

12.20.2006

La teoría del zig-zag


Siempre que tengo que atravesar una distancia relativamente corta en la ciudad que conviene hacer caminando trato de emplear la táctica zig-zag.
Este método consiste en evitar los caminos rectos, es decir, apunta a manejarse con atajos, valga la abundancia de "jotas". Si caminamos una o dos cuadras por la misma calle, tomamos un atajo por una que la corta, doblamos en la siguiente, y así. La idea es hacer el camino lo más entretenido y llevadero posible: al cambiar de calle también cambia el panorama, de esta forma en lugar de tener un horizonte lejano que nos espera al final de un camino recto, tenemos un interesante recorrido cuyo entorno se modifica todo el tiempo. Además, con este método llegamos alegremente a nuestro destino casi de golpe y sin darnos cuenta, que es uno de los principales objetivos.
No sé si queda muy claro, porque ahora noto que en realidad es medio enjambre para explicar, pero al que lo entienda le recomiendo especialmente el sistema. A mí en general me gusta caminar por la ciudad, pero admito que hay ocasiones en las que uno preferiría no hacerlo. En estos casos sugiero aplicar la teoría del zig zag. No puede fallar. Yo, Dolly Saccan, lo garantizo.

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